domingo, 12 de abril de 2009

Popocatépetl

HISTORIA
23

Popocatépetl,
monarca de los Andes mexicanos,
Castígame con tu fuego,
perfílame en tus nieves, sepúltame en tus acantilados.
Traigo las manos vacías
y el corazón derrotado.
Los hombres de mi raza
niegan su sangre de hermanos.
El veneno de la indiferencia
mengua en tus águilas el aletazo,
y a tu serpiente civilizadísima
el boa dorado lo está fascinando.
¡Cólera sagrada! ¡Angustia de la impotencia!
¡Voz interior conectada con la estrella
que se está desojando!
Ideal de los litorales llenos de faros
¿te salvarás del naufragio?
Si ésta es la ley, montaña divina,
Úntame como un poco de nieve a tus rápidos flancos.
Sobrealzará mi cuerpo en el invierno,
resbalará sonante en el verano,
y envenenarás mis torrentes
para castigar a tu pueblo
y a los nuevos conquistadores blancos.
¿Popocatépetl, montaña divina,
Eternízame en un gran silencio lejano!






Carlos Pellicer

No hay comentarios:

Publicar un comentario